50 Versículos de la Biblia sobre la Alabanza
Bendeciré al Señor con toda mi alma; bendeciré con todo mi ser su santo nombre.
Señor, tú eres mi Dios; yo te alabo y bendigo tu nombre, porque has realizado tus planes admirables, fieles y seguros desde tiempos antiguos.
Lía tuvo aún otro hijo, al cual llamó Judá, porque dijo: «Esta vez alabaré al Señor.» Después de esto, dejó de tener hijos.
El Señor es mi poderoso protector; en él confié plenamente, y él me ayudó. Mi corazón está alegre; cantaré y daré gracias al Señor.
Mi canto es al Señor, quien es mi fuerza y salvación. Él es mi Dios, y he de alabarlo; es el Dios de mi padre, y he de enaltecerlo.
¡Que todo lo que respira alabe al Señor! ¡Aleluya!
Pues tu amor vale más que la vida! Con mis labios te alabaré; toda mi vida te bendeciré, y a ti levantaré mis manos en oración.
Tú fuiste quien formó todo mi cuerpo; tú me formaste en el vientre de mi madre. Te alabo porque estoy maravillado, porque es maravilloso lo que has hecho. ¡De ello estoy bien convencido!
Oh, Señor, ¡ningún dios puede compararse a ti! ¡Nadie es santo ni grande como tú! ¡Haces cosas maravillosas y terribles! ¡Eres digno de alabanza!
El Señor es grande y muy digno de alabanza; su grandeza excede nuestro entendimiento.
Señor, tú has comenzado a mostrar a este siervo tuyo tu grandeza y tu poder. No hay otro Dios en el cielo ni en la tierra que pueda hacer las cosas tan maravillosas que tú haces.
Oh Señor, quiero alabarte con todo el corazón y contar tus muchas maravillas.
¿Por qué voy a desanimarme? ¿Por qué voy a estar preocupado? Mi esperanza he puesto en Dios, a quien todavía seguiré alabando. ¡Él es mi Dios y Salvador!
Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas.
Hablaré de tu grandeza, mi Dios y Rey; bendeciré tu nombre por siempre.
Pero a eso de la medianoche, mientras Pablo y Silas oraban y cantaban himnos a Dios, y los otros presos estaban escuchando.
Todo el día están llenos mis labios de alabanzas a tu gloria.
Por último, hermanos, piensen en todo lo verdadero, en todo lo que es digno de respeto, en todo lo recto, en todo lo puro, en todo lo agradable, en todo lo que tiene buena fama. Piensen en toda clase de virtudes, en todo lo que merece alabanza.
Bendeciré al Señor a todas horas; mis labios siempre lo alabarán.
¡Den gracias al Señor! ¡Proclamen su nombre! Cuenten a los pueblos sus acciones.
Salmos 103:1
Señor, tú eres mi Dios; yo te alabo y bendigo tu nombre, porque has realizado tus planes admirables, fieles y seguros desde tiempos antiguos.
Isaías 25:1
Lía tuvo aún otro hijo, al cual llamó Judá, porque dijo: «Esta vez alabaré al Señor.» Después de esto, dejó de tener hijos.
Génesis 29:35
El Señor es mi poderoso protector; en él confié plenamente, y él me ayudó. Mi corazón está alegre; cantaré y daré gracias al Señor.
Salmos 28:7
Mi canto es al Señor, quien es mi fuerza y salvación. Él es mi Dios, y he de alabarlo; es el Dios de mi padre, y he de enaltecerlo.
Éxodo 15:2
¡Que todo lo que respira alabe al Señor! ¡Aleluya!
Salmos 150:6
Pues tu amor vale más que la vida! Con mis labios te alabaré; toda mi vida te bendeciré, y a ti levantaré mis manos en oración.
Salmos 63:3-4
Tú fuiste quien formó todo mi cuerpo; tú me formaste en el vientre de mi madre. Te alabo porque estoy maravillado, porque es maravilloso lo que has hecho. ¡De ello estoy bien convencido!
Salmos 139:13-14
Oh, Señor, ¡ningún dios puede compararse a ti! ¡Nadie es santo ni grande como tú! ¡Haces cosas maravillosas y terribles! ¡Eres digno de alabanza!
Éxodo 15:11
El Señor es grande y muy digno de alabanza; su grandeza excede nuestro entendimiento.
Salmos 145:3
Señor, tú has comenzado a mostrar a este siervo tuyo tu grandeza y tu poder. No hay otro Dios en el cielo ni en la tierra que pueda hacer las cosas tan maravillosas que tú haces.
Deuteronomio 3:24
Oh Señor, quiero alabarte con todo el corazón y contar tus muchas maravillas.
Salmos 9:1
¿Por qué voy a desanimarme? ¿Por qué voy a estar preocupado? Mi esperanza he puesto en Dios, a quien todavía seguiré alabando. ¡Él es mi Dios y Salvador!
Salmos 42:11
Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas.
Deuteronomio 6:5
Hablaré de tu grandeza, mi Dios y Rey; bendeciré tu nombre por siempre.
Salmos 145:1
Pero a eso de la medianoche, mientras Pablo y Silas oraban y cantaban himnos a Dios, y los otros presos estaban escuchando.
Hechos 16:25
Todo el día están llenos mis labios de alabanzas a tu gloria.
Salmos 71:8
Por último, hermanos, piensen en todo lo verdadero, en todo lo que es digno de respeto, en todo lo recto, en todo lo puro, en todo lo agradable, en todo lo que tiene buena fama. Piensen en toda clase de virtudes, en todo lo que merece alabanza.
Filipenses 4:8
Bendeciré al Señor a todas horas; mis labios siempre lo alabarán.
Salmos 34:1
¡Den gracias al Señor! ¡Proclamen su nombre! Cuenten a los pueblos sus acciones.
Salmos 105:1
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