Vengan a mí todos ustedes que están cansados de sus trabajos y cargas, y yo los haré descansar.
Mateo 11:28
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Él sana a los que tienen roto el corazón, y les venda las heridas.
Salmos 147:3
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Sáname tú, Señor, y seré sanado; sálvame tú, y seré salvado, pues sólo a ti te alabo.
Jeremías 17:14
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Secará todas las lágrimas de ellos, y ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento, ni dolor; porque todo lo que antes existía ha dejado de existir.
Apocalipsis 21:4
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Jesús recorría todos los pueblos y aldeas, enseñando en las sinagogas de cada lugar. Anunciaba la buena noticia del reino, y curaba toda clase de enfermedades y dolencias.
Mateo 9:35
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Jesús le dijo: —Hija, por tu fe has sido sanada. Vete tranquila y curada ya de tu enfermedad.
Marcos 5:34
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Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros para ser sanados. La oración fervorosa del justo tiene mucho poder.
Santiago 5:16
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Pero para ustedes que me honran, mi justicia brillará como la luz del sol, que en sus rayos trae salud. Y ustedes saltarán de alegría como becerros que salen del establo.
Malaquías 4:2
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Al anochecer llevaron a Jesús muchas personas endemoniadas; y con una orden expulsó a los espíritus malos, y también sanó a todos los enfermos.
Mateo 8:16
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Mucha gente lo siguió, y allí sanó a los enfermos.
Mateo 19:2
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Pero cuando la gente lo supo, lo siguieron; y Jesús los recibió, les habló del reino de Dios y sanó a los enfermos.
Lucas 9:11
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Un día en que Jesús estaba enseñando, se habían sentado por allí algunos fariseos y maestros de la ley venidos de todas las aldeas de Galilea, y de Judea y Jerusalén. Y el poder del Señor se mostraba en Jesús sanando a los enfermos.
Lucas 5:17
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También de los pueblos vecinos a Jerusalén acudía mucha gente trayendo enfermos y personas atormentadas por espíritus impuros; y todos eran sanados.
Hechos 5:16
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Yo soy el único Dios; no hay otros dioses fuera de mí. Yo doy la vida, y la quito; yo causo la herida, y la curo. ¡No hay quien se libre de mi poder!
Deuteronomio 32:39
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Saben que Dios llenó de poder y del Espíritu Santo a Jesús de Nazaret, y que Jesús anduvo haciendo bien y sanando a todos los que sufrían bajo el poder del diablo. Esto pudo hacerlo porque Dios estaba con él.
Hechos 10:38
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Mucha gente se reunió donde él estaba. Llevaban cojos, ciegos, mancos, mudos y otros muchos enfermos, que pusieron a los pies de Jesús, y él los sanó.
Mateo 15:30
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